DEL CHIHUAHUA COLONIAL escrito por Salvador Treviño Castro
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Veamos ahora la otra escritura referente a la Hacienda de Sacramento. Viene a ser una carta de reclamo y dice así:
"Antonio Cano de los Ríos, como hijo de Blas Cano de los Ríos, digo que a su muerte se inventariaron sus bienes y éstos los recibió Miguel Cano de los Ríos, mi tío, como albacea y curador de mis hermanos, y han pasado trece años en la tenencia de dichos bienes y desde 1717 le tenemos puesto pleito al dicho nuestro tío para que dé cuentas... y los autos de todo esto han pasado al Corregidor Don Antonio Joseph de Paniagua... este pleito lo presentaron los dos hijos mayores junto con Miguel Terrazas nuestro abuelo, curador ad litem de los menores, y con Miguel Cano de los Ríos nuestro tío, el día 4 de este mes nos ajustamos y comprometimos a que se sacara a pregón la Hacienda de labor nombrada San Joseph del Sacramento, que había sido de nuestro padre y así pasar a las hijuelas de divición... y estando en conocimiento de todo esto Juan de Pacheco, nos hemos conformado el dicho y yo cediéndole el derecho que tengo a dichos bienes y a cambio dará 1032 pesos... por lo cual le vendo al dicho Juan de Zubía mi parte en dicha Hacienda del Sacramento, la cual linda con tierras de los indios de la Misión del Nombre de Dios... dicha mi parte comprende tierras de labor, un molino y casas de habitación... Testigos: Don Francisco Rojo Coronel, y el Sr. Lic. Don Joseph Domingo de Altamirano. Villa de San Felipe el Real de Chiguagua 9 de Noviembre de 1723.
Esta hacienda de San José del Sacramento vino a quedar hoy día dentro de nuestra ciudad, en la confluencia llamada Junta de los Ríos (Sacramento y Chuvíscar) un poco antes de llegar al Tecnológico de Monterrey. Sabemos, pues, por esta escritura, que
Don Blas Cano de los Ríos estaba casado con Doña Ignacia Terrazas de Valenzuela. En el Archivo de la Presidencia existe la constancia de que los cuñados de Don Blas le dieron muerte y sobre esto se levantó una información y una escritura de litigio. Esto ocurría a fines del año de 1710, un año después de fundado el real. Tanto los Cano de los Ríos como los Terrazas de Valenzuela se contaron entre las familias más conocidas que fundaron nuestra ciudad. Ambos linajes se avecindaron desde antiguo en la Nueva Vizcaya, sobre todo el de los Terrazas de Valenzuela, que ya están en Guadiana (Durango) para el año de 1580.
Me parece que en la actualidad por lo menos la mitad de los habitantes de nuestra entidad descienden de estas familias tan antiguas que se cuentan entre las cabezas de estirpe más vetustas de todo el norte de México."